Equipo:
Hugo Gilardi
Magdalena Tagliabue
Mateo Albassini
Agostina Avalle
Guadalupe Tagliabue
Natalia Felder
Sofia Barbero
Max Barrau
a77-2019
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Equipo:
Hugo Gilardi
Magdalena Tagliabue
Mateo Albassini
Agostina Avalle
Guadalupe Tagliabue
Natalia Felder
Sofia Barbero
Max Barrau
a77-2019
Este pabellón a partir su mismo nombre y del sentido de su existencia aloja consigo una fuerte connotación que plantea para su diseño el desafío acerca de la expresión referida a la identidad nacional. El carácter como concepto ha sido un tema central dentro de la historia y la teoría de la arquitectura a lo largo de los siglos con mayor o menor grado de intensidad de acuerdo al devenir de las discusiones internas de la disciplina. En ese sentido, esta propuesta se detiene a pensar en la producción de significados más universales por fuera de la discusión disciplinar. Para los habitantes de una ciudad los edificios icónicos pueden ser motivo de orgullo y tienen la capacidad, además, de describir su época. Desde ese contexto la propuesta trata de evitar los lugares comunes de la identidad nacional referidos al rol histórico argentino como país agro-exportador o a particularidades que resuenan en la cultura popular y que pueden resultar fragmentarias. Es por eso que se ha resuelto proponer una imagen simple y contundente. La esfera, un elemento vistoso y tecnológico, emerge y a la vez se apoya sobre un manto o superficie natural verde poblada de ejemplares y pasturas de flora nativa y autóctona que son la totalidad de la cubierta del edificio. La exposición de esa figura geométrica perfecta en sus formas representa una idea de futuro, un horizonte de desarrollo de la producción industrial, una imagen de la ciencia y de la tecnología por construir y expandir. La identidad nacional no es ya la necesidad de convenir o consensuar una imagen que resuma una idea de pasado sino la construcción de una imagen que expresa la unión para concretar un objetivo colectivo a futuro.
El pabellón toma como tema de expresión la forma de la sala para el cine inmersivo, el domo. Esta sala es una gran esfera muy visible desde el exterior, no solo por su forma, sino también porque el terreno está en una alta meseta frente a un lago artificial.
Aprovechando estas condiciones topográficas, el domo está ubicado cerca del límite con el lago, para que se pueda ver bien desde el acceso al predio y desde la avenida General Paz, y que a la vez su imagen se refleje en la superficie de agua.
El domo está rodeado y contenido dentro de un gran techo que se deprime para destacar aun más el peso formal y simbólico de la esfera. Y sobre el mismo se arma una cubierta verde que le da un fondo y otorga grandes beneficios como mejorar la calidad ambiental de la atmosfera, retardar el escurrimiento de las aguas de lluvia, servir de aislación térmica, proteger la biodiversidad y bajar la temperatura en el verano, entre otras ventajas.
El acceso al edificio es desde este frente, por la calle curva que bordea al lago. En este nivel está el hall desde donde se ve la parte baja del domo, con su estructura y sus pasarelas de acceso.
Desde el hall y subiendo por una escalinata, se llega al nivel de las exposiciones y las demás funciones a cuatro metros de altura. Este es el desnivel natural del terreno, la diferencia de alturas entre sus puntos extremos, por lo cual las excavaciones son las mínimas posibles.
Para acceder al domo, se ingresa previamente a su parte inferior donde está el área de pre-show, guarda ropas, tienda, reuniones grupales, etc. Desde allí se sube directo por una escalera rampada a la parte baja de la sala, pasando por una instancia con vista al lago. La sala está equipada con gradas con una pendiente de 15 grados. La salida de ésta es por la puerta opuesta y bajando por una escalera solo un metro, se llega directo al nivel las exposiciones. Esto permite que los grupos de asistentes al domo no se crucen.
Desde la salida del domo se llega a la zona de la cafetería, con muy buenas vistas al lago. Luego se puede bajar directo a las cocheras, que están al mismo nivel del hall de acceso, seguir recorriendo el pabellón por la zona de las exposiciones o acceder al auditorio.
Las salas de exposiciones están ubicadas alineadas formando fachada al boulevard del predio, el lado mas extenso del terreno y donde el techo alcanza su altura máxima. Estas salas pueden estar separadas de manera independiente o combinadas para poder alojar diferentes exposiciones y actividades. Por medio de paneles corredizos se logra esa flexibilidad y con cortinados de enrollar se controla la intensidad lumínica.
El auditorio está ubicado hacia el final del recorrido, aprovechado el desnivel del terreno, su gradería desciende hacia el lago. En su fondo, detrás del escenario, hay una gran ventana para poder contemplar el paisaje y permite la utilización de la luz natural para charlas y conferencias que no necesiten oscuridad. Con un sistema de cortinas, telones se puede controlar la luz y oscurecer para otros usos. Una pantalla se suma a este sistema de uso de sala.
Como cierre del pabellón, se ubican los sectores de administración, personal y los talleres. Entre estas funciones hay una salida secundaria que conecta con un paso peatonal existente.
Sobre la fachada del boulevard, entre los parasoles y la carpintería de las salas de exposición, una rampa peatonal conduce y desarrolla un recorrido hacia el extremo opuesto del edificio, su punto más alto, en el vértice del terreno. Allí, como en la proa de un barco, se ubica el mirador, una terraza con una vista panorámica del predio. Desde allí se puede acceder a un deck sobre la cubierta verde, para poder observar la gran esfera sobre el manto verde.